Navidades


Eran las 21hs.y mis manos transpiraban ansiosas, por que estábamos en Noche Buena. No eran los regalos, ni siquiera era "Papa Noel", era Navidad, una fecha muy especial. Aquella noche ocurriría un milagro que sólo los sacerdotes de la Ecología y la Biología podían dar respuesta.
Mi ansiedad crecía.
El cualto era sencillo: a las 22hs se cenaba con la radio prendida, escuchando AM, los abuelos traían platos con delicias como peceto relleno, ellos vino y nosotros gaseosas.
A las 23:50hs. nos preparábamos para el brindis por el nacimiento del niño Jesús, pero para mi ya no era ese el objetivo de esa noche, y nadie lo sabía ni lo sabe.
En la cena, los pequeños ansiosos, teníamos como actividad para matar el tiempo jugar con fuegos artificiales, estrellitas y vengalas, todo servía para hacer más corto el trayecto entre la cena y el brindis.
Son las 00:00hs, brindis, ¡Felíz Navidad!, todos corren a los regalos, yo me escapo.
Salgo de la casa y me voy a las acacias, esas que tenía mi abuelo en la vereda, que con nuestros primos saqueabamos las flores, y ahi se hace presente el milagro: las cigarras trepan la corteza para quitarse viejo ropaje y deplegar sus frágilas alas. Año a año, en cada diciembre hacía lo mismo, y para mi no tenía otro significado que el ver maravillado la transformacion, la metamofosis y el soltar del insecto para volar. Me quedaba largo rato viendo cómo salíán por arriba de la piel embarrada, y lentamente su cuerpo y alas verde claro iban tomando forma, y color. La magía había pasado a mi. Casi 23 años después esas vivencias siento que lentamente dejo viejos ropajes, y nuevas herramientas como alas nacen de mi.

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